¿Qué protección solar necesitan los niños?
Se acercan las vacaciones y con ellas llegan los días de playa, los baños en la piscina y los juegos al aire libre. Tus hijos y tú estáis impacientes. Pero ¿qué tipo de protección solar deberíamos llevar en la maleta para proteger la piel de los rayos de sol más agresivos? Aunque un cielo azul y despejado resulte ideal para pasar el día, también puede provocar dolorosas quemaduras solares, sobre todo en la piel de los más pequeños. ¿Cómo puede evitarse? Respuesta:
1. La piel de los niños es ultrasensible
¿Lo sabías? La piel de los niños es tres veces más sensible a los rayos UV que la piel de un adulto. Esto se debe a que es mucho más fina. Por esta razón, es importante protegerlos al máximo, aunque estén jugando a la sombra o con ropa. ¡Nada detiene a los rayos UV! Lo atraviesan todo, las gafas de sol, los sombreros, las sombrillas... Por eso mismo, es imprescindible utilizar un producto solar eficaz para proteger la piel en todo momento. Para una eficacia óptima contra los rayos UVA y UVB, elige preferentemente una leche o una crema con un factor de protección solar 50+.
2. Protege a tus hijos a toda costa: no los expongas al sol
¿Cuál es la mejor protección solar para los niños? ¡No exponerlos al sol! Los niños reciben aproximadamente tres veces más rayos UV que los adultos porque tienen una piel fina y delicada que todavía no ha desarrollado completamente su sistema de pigmentación. Por lo tanto, es necesario protegerlos al máximo desde una edad temprana. Los niños menores de 3 años no deben exponerse al sol y siempre deben permanecer debajo de una sombrilla o en su carro. Con respecto a los niños mayores de 3 años, es imprescindible utilizar una sombrilla, un sombrero, gafas de sol, una camiseta y protección solar 50+. No se deben exponer al sol durante las horas más intensas y deben estar bien protegidos cuando realicen actividades al aire libre. Utiliza siempre protección muy alta de SPF 50 para el cuerpo y la cara, renovando su aplicación periódicamente, al menos cada 2 horas y después de cada baño, para garantizar una protección eficaz.
¡Felices vacaciones!