La piel está expuesta diariamente al maquillaje, a las impurezas y a la contaminación. Si esto no se elimina por la noche, difícilmente puede recuperarse. Al final, todo ello termina por incidir en la luminosidad y la calidad de la textura de la piel. Para un buen aspecto, sigue todas las noches el método imbatible de las asiáticas: el desmaquillaje doble.
En una primera fase, aplica una fórmula sin agua, en aceite, leche o crema, mediante un masaje con la punta de los dedos para atrapar las impurezas grasas.
Aclara o seca con un algodón, y después pasa al limpiador en espuma con agua para completar la limpieza emulsionando el resto de impurezas.
Termina con una loción para lucir una piel impecable.