Por supuesto, sobre todo si quieres evitar a toda costa que el sol acelere el envejecimiento de la piel. Así que sigue religiosamente tu ritual habitual: aplica primero el sérum (idealmente, antioxidante) y a continuación la crema de día. Deja absorber de 5 a 10 minutos y después superpón un tratamiento solar con un factor de protección alto. ¡A punto para disfrutar de una protección óptima!