Protege tu piel y el medio ambiente de forma natural.

Vigilar el uso de productos perfumados y ciertos medicamentos incompatibles con el sol. Pedir consejo al médico o farmacéutico.

GUIARSE por la sensibilidad de cada uno al sol. ¡No te pases horas en la playa!

Aplicar un tratamiento after sun reparador después de la exposición para aliviar y regenerar la piel.

El SPF (Sunburn Protection Factor) determina el nivel de protección de un producto frente a los rayos UVB. En las cajas o los envases aparecen otros términos, como IP (Índice de Protección) o FPS (Factor de Protección Solar).

Protegersecon un índice elevado no impide el bronceado. Los tratamientos solares son imprescindibles para proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos UV. Cuanto mayor es el índice de protección, más protegida está la piel: con una crema de protección solar alta, la piel se broncea más lentamente, aunque no deja de broncearse.

Adaptar la protección solar (30, 50, 50+). El índice de protección que aparece en los productos solares indica el tiempo de protección antes de que se produzca una quemadura. Una crema solar SPF30, por ejemplo, multiplica por 30 el tiempo de protección de la piel, comparándolo con una exposición sin aplicar crema. Y cuanto mayor es el índice, mayores son la absorción de energía UV y la protección.

actuar con precaución. Contrario a lo que se cree, las pieles oscuras también son vulnerables ante los rayos UV, incluso aunque su pigmentación sea mayor por naturaleza.

El hecho de que la piel mojada aporte una agradable sensación de frescor no implica que la radiación solar no le genere quemaduras. La piel mojada deja pasar el 38% de los rayos UV, incluidos los que producen las quemaduras solares.

TRATAR una quemadura aplicando los tratamientos after sun Clarins, formulados a base de extractos de plantas antirradicales, calmantes y superhidratantes.